jueves, 25 de noviembre de 2010

Donde hubo fuego...

Riquelme afirmó que nunca estuvo en el evento de La Doce en San Fernando. La cena se hizo en el restaurante El Fogón y la barra recaudó más de 40.000 pesos.


El miércoles 17 de diciembre de 2008, Olé publicaba que por primera vez en su historia, el negocio de La Doce de llevar jugadores a peñas del Gran Buenos Aires y el Interior contaba con una presencia estelar: la de Juan Román Riquelme. La noche anterior, el Diez había ido a Luján a participar del evento de la barra en un galpón municipal donde se congregaron 500 personas, se cobró entrada y se vendió merchandising por doquier. La primera reacción del jugador y su entorno fue negar la información. Pero al otro día apareció una foto en Internet por lo que en conferencia de prensa, el talentoso volante reconoció, ofuscado, que había concurrido: “Me pareció normal ir. Era una reunión a beneficio para ayudar en la compra de una silla de ruedas para un niñito que está muy enfermo ( NdeR : la entrada salía 50 pesos, la foto la cobraban 20 y los números para las rifas de prendas autografiadas, 10. Sí, más que una silla, compraban la fábrica). No me interesa hablar más de ello. Además, ser hincha de Boca no es ser mala persona”, cerró Román en aquella oportunidad.
El lunes a la noche en San Fernando hubo otro evento con el mismo fin: llenar los bolsillos de la barra. La cita era a partir de las 21,30 en el restaurante El Fogón, un salón para 300 personas que habitualmente sirve tenedor libre a menos de 50 pesos y esa noche la tarifa costaba casi el triple. Y no se permitía entrar con cámara fotográfica porque el negocio lo tenía la propia barra. Los primeros en llegar fueron Battaglia y Matías Caruzzo, ratificando que ningún refuerzo se queda afuera cuando La Doce aprieta y pide colaboración. Las invitaciones traían la recomendación de no faltar porque, decían, iba a producirse un encuentro estelar, el de Palermo y Riquelme. Dos fuentes, las mismas a las que se comunica Olé cada vez que hay un evento de la barra, le confirmaron al diario que cerca de la medianoche, el Diez se hizo presente. Román lo negó en forma enfática en una nota con Fox Sports (“No tengo problemas en decir dónde estoy o dónde voy, pero esto es mentira. Si no, que aparezcan fotos”) y Olé rechequeó con sus fuentes, quienes ratificaron la información aunque por temor mantienen en las sombras las imágenes. Riquelme entonces pidió públicamente que se le pasara el teléfono de este cronista, lo que se hizo, pero al cierre de esta edición la comunicación no se había producido. Y Román cerró la nota con Fox declarando: “Mañana van a decir que soy puto, y va a quedar como que lo soy”, en una comparación poco feliz porque, se sabe, una cosa es tener una elección sexual distinta a la de la mayoría y otra, apoyar con su presencia a una barra brava.

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